jueves, 14 de febrero de 2008



Interesantísimo artículo de hace SIETE años sobre el estado de los barrancos que cruzan 'el secano' (por donde pasa la circunvalación carretera Pamplona-carretera Lérida de Huesca)


http://www.ainfos.ca/01/feb/ainfos00232


En él se expone el lamentable estado en el que se encuentra el barranco de la Alfándiga, pequeño afluente del Isuela que no hace más que añadir vertidos tóxicos al ya castigado "río" oscense...
El estado del 'barranco del Diablo', que nace cerca del vertedero de Fornillos y desemboca en la rotonda de Las Mártires (dónde se encuentra el reciente conjunto escultórico dedicado a Lucas Mallada), no es mucho mejor que el del barranco de la Alfándiga que denunciaron hace tantos años Ecologistas en Acción.
¿Que va ha pasar con estos cursos?,¿Seguirán siendo cloacas?


Comunicado de prensa

14 de febrero de 2001

EL AYUNTAMIENTO DE HUESCA SIGUE SIN PONER MEDIDAS PARA EVITAR LA FUGA DE

LIXIVIADOS DEL VERTEDERO DE HUESCA

Ecologistas en Acción vuelve a denunciar ante la opinión pública el
hecho de que se está produciendo un vertido procedente de la balsa de
lixiviados del vertedero municipal de Huesca (situado junto a la
localidad de Fornillos) al cauce del barranco de la Alfándiga. Dicho
vertido se produce por rebosamiento de la balsa, después de días de
lluvia y constantemente por filtración, como ya fue denunciado por
Ecologistas en Acción en el mes de mayo. En aquella ocasión la
responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Huesca, Elisa Gabarre,

afirmó a través de los medios de comunicación y personalmente a l@s
vecin@s de Fornillos, que el vertido tenía fácil solución, que se
pondrían los medios en un breve periodo de tiempo y le quitó importancia

al asunto.

A día de hoy, el vertido se sigue produciendo y debería ser a juicio de
este colectivo una de las prioridades del área de medio ambiente. El
tema es sumamente grave y debe darse una solución rápida, que no puede
ser otra que el cese inmediato de los vertidos. Sus efectos pueden
observarse a lo largo de todo el recorrido del barranco por sus aguas
totalmente negras, desde el lugar de vertido hasta la desembocadura del
barranco en el río Isuela (tras pasar el polígono Monzú de la ciudad de
Huesca), en las inmediaciones de la ermita de Salas.

Hay que tener en cuenta que se trata de lixiviados, aguas que han estado

en contacto o/y proceden de los residuos depositados en el vertedero en
su fase de descomposición, con el contenido de metales pesados y otras
sustancias que deben contener. Además, debido al poco caudal que suele
llevar este barranco, en algunos días se limita al caudal que se vierte
desde la balsa de lixiviados, favorece su estancamiento y en zonas
permeables su filtración en el terreno llegando a los acuíferos de la
Hoya.

Por último, el barranco de la Alfándiga ya está lo suficientemente
degradado como para que encima, la administración, en lugar de tomar
medidas de prevención, motive más su degradación siendo la responsable
del vertido denunciado en este escrito. La degradación apuntada se
produce al convertirse habitualmente en un autentico basurero, en su
tramo inicial por las toneladas de plástico que el viento arrastra desde

el interior del vertedero a sus márgenes y cauce y en su tramo por la
ciudad por los vertidos directos de voluminosos y escombros de
diferentes particulares.

En vista de la dejadez del Ayuntamiento de Huesca en este tema,
Ecologistas en Acción ha presentado las correspondientes denuncias ante
el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil,
Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Comisaría de Aguas
de la Confederación Hidrográfica y Patrulla Verde de la Policía
Municipal de Huesca, además de advertir del hecho a los distintos grupos

políticos que componen el Ayuntamiento. A estos últimos, además, se les
ha pedido la inclusión del Barranco de la Alfándiga dentro del Plan de
Protección de Cauces cuya realización aprobó recientemente el pleno del
Ayuntamiento de Huesca.